El semáforo tiene historia

El semáforo, un invento de Garret Morgan

Al semáforo activado manual mente le faltaba una silla, para soportar la jornada laboral.

Pues sí, todo tiene una historia. Y el semáforo, ese dictador de nuestro ritmo y ese salvavidas diario, no iba a ser menos. En los años 20 del siglo XX, Garret Morgan circulaba con su automóvil por las, en aquel entonces, ahora no lo sé, caóticas calles de Cleveland, Ohio, cuando al ver una colisión entre un coche y carro de caballos, decidió que alguien debía hacer algo para convertir aquella circulación caótica en una circulación ordenada.

Garret Morgan

Garret Morgan (4 de Marzo de 1877, 27 de Agosto de 1963

Garret Morgan (4 de Marzo de 1877, 27 de Agosto de 1963

Garret Morgan hijo de esclavos, nacido en París, Kentucky, el 4 de marzo de 1877, pasó su infancia com cualquier otro niño de la zona, yendo al colegio a ayudand, tanto el como sus hermanos, en la granja familiar. Siendo un adolescente se trasladó a Cincinnati (Ohio) buscando nuevas oportunidades más allá de una granja.

Consciente de que necesitaba formarse más (nuca había pasado de estudiar más que lo justito en la escuela elemental), contrató los servicios de un tutor mientras vivió en Cincinnati. Años después, tras finalizar su formación en gramática Inglesa, se trasladó a Cleveland (Ohio), donde ejerció múltiples empleos (desde reparador de máquinas de coser hasta fabricante de ropa). Era una persona hábil y se las ingeniaba para reparar maquinaria, cualidad que le facilitó recibir numerosas ofertas de trabajo.

En 1907 inauguró su propio negocio de venta y reparación de maquinas de coser. Este sólo sería el primero de los muchos negocios que crearía a lo largo de su carrera. llegó a tener 32 empleados en un taller de costura en el que se fabricaban abrigos, trajes, vestidos y todo tipo de prendas. Por supuesto se manufacturaban con las máquinas que el mismo había construído.

En 1920 fundó un periódico llamado «The Cleveland Call». Se convirtió en un próspero y más que respetado hombre de negocios por méritos propios, con la suficiente libertad económica como para comprar su propia casa y su automóvil. Fue precisamente conduciendo su coche cuando tuvo la idea de mejorar las arcaicas señales de trá´fico existentes hasta la fecha.

El primer semáforo

Con la Ford Motor Company, fundada en 1903,  produciendo cientos de miles de coches, los consumidores americanos descubrieron los nuevos problemas que la libertad que generaba el disponer de su vehículo empezaban a crear en las ciudades y las carreteras de todo el país. Durante los años 20 de comienzos de soiglo era frecuente que los coches de caballos, carros y demás vehículos de tracción animal, compartieran la calzada con el automóvil recién nacido, por lo que no es de extrañar que los accidentes fueran algo frecuente. Así que, cuando Garret Morgan presenció un accidente entre un coche y un carro tirado por caballos, empezó a pensar en un sistema para regular el creciente tráfico. Fue de los primeros en solicitar a la oficina de Patentes y MArcas de Los Estados Unidos una patente para producir una señal de tráfico barata, patente que fué concedida el 20 de noviembre de 1923. Como era un hombre espabilado, también patentó su invento en Gran Bretaña y Canadá. Su invento lo describió tal que así en el documento que presentó en la oficina de patentes:

«(…)Este invento se refiere a las señales de tráfico y en particular a aquellas que se adaptan para ser posicionadas adyacentes a las intersecciones de dos o más calles y son operables manualmente para dirigir el flujo del tráfico (…) adicionalmente, mi invento contempla que éste se halle provisionado con una señal que pueda fabricarse de forma fácil y barata».

No se puede negar que, a la vista de la descripción de su invento, merecieron la opena los dólares que había invertido en completar su educación!. Su semáforo consistía en un poste en forma de T que indicaba tres distintas posiciones: Stop, Go (circule) y todas las posiciones direccionales posibles de Stop. Con esta tercera posición paraba el tráfico en todas las direcciones de la intersección con la finalidad de permitir que los peatones cruzaran la calle. Era, sin embargo, un semáforo operado manualmente. Se empleó a lo largo y ancho de los estados unidos y buena parte de Canadá y Gran Bretaña hasta que se fueron reemplazando por los semáforos automáticos equipados con las archiconocidas luces de colores.

Garret morgan vendió su patente a General Electric por la nada desdeñable suma (para la época) de 40.000 US$. Poco antes de su muerte en 1963, recibió una condecoración de los Estados Unidos como reconocimiento al mérito de haber evitado la muerte de miles de conductores y viandantes gracias a su invención.

Para saber más y mejor:

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