Los patos no hacen eco…¿o sí?.
Durante muchos años, y aún hoy en día, está muy extendida la idea de que los patos no hace eco con us graznidos. Todo un misterio que tardó muchos años en resolverse. De alguna manera esta idea se extendió debido a que los patos no graznan (en su entorno natural) en la proximidad de superficies que puedan reflejar el sonido. Suelen vivir en áreas sin obstáculos para la propagación del sonido (o esa era, hasta la fecha, una explicación ampliamente aceptada). Sin embargo, este enigma no tuvo solución hasta el año 2003.
En ese año un especialista en eco de la Centro de Investigación Acústica de la Universidad de Salford, llamado Trevor Cox, se dispuso a revelar el misterio tras el graznido sin eco de los patos. Se las ingenió para hacerse con un pato al que seleccionó por tener un graznido claro. Lo llevó a una sala de reverberación en la que se multiplicaba el eco. En cuanto el pato grazno («Cuack, en idioma pato), se escuchó claramente un débil eco. ¡Eureka! ¡Los patos sí hacen eco!!!.
Acto seguido, y para continuar con su investigación, Cox llevó al pato a una sala de conciertos, donde, de forma inesperada, al repetir la experiencia, en e esta ocasión no hubo eco. Nada, el silencio más absoluto!. La curiosidad iba en aumento, así que la siguiente fase de la investigación consistió en esperar a que el pato graznase a un micrófono con el que registrar el sonido en un ordenador y analizar el resultado. Y de esta manera se solucionó un misterio que había mantenido hasta entonces en vilo a la humanidad: las frecuencias del graznido de los patos resultan difícilmente perceptibles por el oído humano.
Para saber más, y mucho mejor:
- Universidad de Salford: http://www.acoustics.salford.ac.uk/acoustics_info/duck/?content=index (toda la información, grabaciones y resultados de la investigación)
- California Duck Stamps: http://www.dfg.ca.gov/duckstamp/stamps/1996.html (para saberlo todo acerca de la ilustración de este post)