Tecnología invisible. El botijo o de cómo mantener el agua fresca sin complicados mecanismos.

En este detalle del cuadro de 1886, de W.A. Bouguereau, titulado «Sed», podemos ver a una joven campesina bebiendo de un botijo. No es exactamente fiel a la realidad, pues no tiene bien detallados sus orificios. Tampoco esa es la forma de beber de un botijo. Pero, ¡es un cuadro tan bonito!.
Un botijo es «(…) un recipiente de barro cocido poroso, diseñado para beber y conservar fresca el agua.» y una maravilla tecnológica de la alfarería. Es un recipiente típicamente español y de aspecto muy característico, con sus forma esférica, su asa superior y dos orificios en la parte superior. Uno de estos orificios se llama «pitón«, «pitorrillo» o «pitorro» y el otro, de mayor diámetro, recibe el nombre de «boca«. El método de empleo del botijo es muy sencillo: se llena por la boca, se sujaeta fírmemente por el asa, se sitúa sobre nuestra cabeza, inclinándolo, de suerte que su contenido se vierta por el pitorrillo sobre la boca abierta. Y, ¡voilá!, bajo un sol abrasador, estamos disfrutando de un chorro de agua fresca. Pero, ¿Cómo se puede conservar fresca el agua en un recpiente de agua bajo el sol de verano del sur de españa?.
El botijo, o lo que queda de el, más antiguo encontrado en la península ibérica data de la edad de bronce.Su funcionamiento es brillantemente sencillo. Cuando el agua que hay en su interior se filtra a través de los poros de la arcilla con la que se fabrica, entra en contacto con el ambiente exterior. Por lo general son ambientes muy secos y y donde se dan temperaturas extenuantes. En ese momento este agua se evapora, produciendo un enfriamiento del agua en el interior. Y aquí es donde la magia de la física protagoniza la mecánica del botijo.
Cuándo un líquido está caliente contiene energía. Sus moléculas se mueven incansablemente. Cuanto más caliente se halle este, más energía contiene, es decir, más se moverán sus moléculas, chocando entre si.Según las moléculas de agua van saliendo a la superficie, evaporándose, menos energía tiene el agua restante en el interior, pues hay menos moléculas conra las que chocar. Además, aquellas que han atravesadola porosidad del botijo y han entrado en contacto con el ambiente exterior provicarán un fenómeno de evaporación, un finísima capa de vapor de agua alrededor de su superficie.
Para que se produzca la evaporación del agua se necesita energía. Esta es extraída de la energía térmica del agua en el interior y al perder su energía se produce un fenómeno de enfriamento.
Según el clima y condiciones ambientales en las que se halle el botijo, puede llegar a rebajar la temperatura del agua entre 10ºC y 15ºC. Ahí es nada. Al hallarse en un ambiente seco donde haya una corriente de aire, esta se lleva el vapor de agua generado alrededor del botijo, permitiendo que el fenómeno de enfriamiento se siga produciendo constantemente. Cuanto más seco sea el clima, más eficaz el proceso de enfriamiento del botijo.
Los investigadores españoles de la Universidad Politécnica de Madrid, Gabriel Pinto y José Ignacio Zubizarreta, estudiaron el modelo físico de este proceso y plantearon sus ecuaciones dinámicas para un botijo esférico.
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