
Me gusta más la teoría de la tierra con forma de lenticular. O cúbica. Tampoco estaría mal.
Si hay algo fascinante de un mundo plural y exhibicionista, es que todo es posible. Conviven las ideas más racionales y apoyadas en el empirismo puro, con las ideas más retrógradas, inmovilistas y basadas tan sólo en el empecinamiento por conservar una postura por pura terquedad. O por diversión. en ocasiones es muy difícil determinar qué es una broma y qué es una idea que se defiende con la vehemencia de quien se cree a pies juntillas lo que te está contando. Este es el caso de The Flat Earth Society (La Sociedad de la Tierra Plana). Básicamente esta sociedad, que por supuesto sólo pudo haber sido fundada por un tozudo caballero británico, basa su actividad en defender la teoría de que la tierra, nuestro planeta azul, por más que nos quieran engañar es en realidad plano. Interesante, ¿eh?
La historia que os traigo comienza con individuo llamado Samuel Birley Rowbotham que vivió en Gran Bretaña durante los años 1816 y 1884. El mérito de este caballero para pasar ala historia y figurar como un personaje cómicamente terco, es la defensa cerrada que hizo durante toda su vida de su teoría astronómica llamada «Astronomía Zetética«. Cpn ella pretendía demostrar que el planeta tierra es plano. Su rocambolesca explicación se resume así: los continentes flotan en un enorme y único océano rodeado por desierto nevado, que a su vez, estaría bordeado por gigantescos acantilados. La superficie habitada, así como el mar, se hallarían flotando sobre un magma en permanente combustión ígnea. Los astros y planetas próximos se hallarían muy cerca de la tierra, a tan sólo unos miles de kilómetros. La luna, según este brillante científico, tendría luz propia y además sería un cuerpo semi transparente. El sol, siguiendo su teoría, giraría alrededor del polo norte, el cual se hallaría en el centro de la zona habitable.