
¿Me devolverán el dinero si la chica ronca o le huele mal el aliento?
Nadie se sorprende a estas alturas de que desde el remoto Occidente no sorprendamos con las ocurrencias de los Japoneses (pueblo trabajador y disciplinado donde los haya). Hemos oído hablar de todo tipo de curiosidades procedentes del páis del Sol Naciente. Todas sorprendente y no pocas difícilmente aceptables en nuestra cultura. No me hago a la idea de cómo encajaría, ahora, con esta crisis monumental que estamos atravesando, una idea de negocio tan singular como el «Soine Ya»