Esta bella criatura descrita científicamente por primera vez en 1853 habitante de los arrecifes de coral de los Océanos Índico y Pacífico, es singular no sólo por su llamativo aspecto, sino por su monogamia. Cuando un macho y una hembra comienzan una relación la mantienen por el resto de sus días. Su aspecto no hace sospechar acerca de su voracidad: es un terrible y cruel depredador de estrellas de mar!.
Me llamo Hymenocera picta, pero tu puedes llamarme Camarón Arlequín.
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