Allá por el ya lejano año 1997, en las instalaciones de nanotecnología de la universidad de Cornell, un grupo de investigadores , bajo la atenta supervisión de del profesor Harold G. Craighead, se devanaban sus privilegiados sesos con la finalidad de popularizar la nanotecnología y captar la atención de los medios de comunicación con la finalidad de divulgar las posibilidades de la tecnología.
La guitarra de «nanoman», la nanoguitarra
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