La misteriosa sombra del peregrino en la plaza de la Quintana de Santiago de Compostela

La sombra del peregrino en la plaza de la Quintana en Santiago de Compostela

El peregrino fantasma en la Quintana de Mortos

Probablemente hayas pasado por allí y ni te hayas dado cuenta de su sigilosa presencia. Quizás vivas allí y tu vida haya transcurrido ajena a la de tan misterioso vecino. Si vas a Santiago de Compostela fíjate bien y ante tus ojos encontrarás a uno de los fantasmas más visibles y famosos de los que habitan entre grietas y piedras milenarias. Se trata de la sombra del peregrino, que hace su aparición cada noche en una de las fachadas de la catedral de Santiago, en la plaza de la Quintana , en la esquina más próxima a Platerías, como esperando la apertura de la Puerta real.

La plaza de la Quintana está dividida en dos partes separadas por una escalinata. La parte superior de la escalinata es conocida como Quintana de Vivos y la parte inferior, Quintana de Mortos (de muertos). Nuestro misterioso personaje, debidamente ataviado con su calabaza, sombreo de ala ancha y capa, aparece cada día al ocultarse el sol e iluminarse la catedral. Parece que se trate de un alma en pena que nunca alzance su destino, condenado a peregrinar por el resto de la eternidad.

Sin embargo la realidad en esta caso resulta más prosaica y la sombra se reduce a una casualidad. El pilar de piedra que proteje la toma de tierra del cable del pararrayos de la catedral proyecta una sombra con el perfil del peregrino.

La Catedral de Santiago vista desde la plaza de la Quintana

En esta vista de la catedral tomada desde la Plaza de la Quintana, puedes apreciar al peregrino fantasma a la derecha de la Puerta real, la puerta que está situada a a la derecha de la torre del reloj.

Cuenta una leyenda que la sombra bien podría pertecer a un sacerdote que, habiéndose enamorado de una religiosa que moraba en el convento de San Paio, situado en un lateral de la plaza, solía reunirse en secreto con ella cruzando un pasadizo, teóricamente ubicado bajo la escalinata que divide ambos niveles de la plaza, uniría O al menos, hasta que nadie se decida a cambiar o modificar la iluminación de la plaza, que uniría la Catedral a dicho convento. Su amor por la religiosa era tal que en una de sus citas secretas le propuso a su amada huir de Santiago a un lugar lejos de miradas censoras de modo que pudieran vivir su romántica aventura sin esconderse.
Así pues, decidieron que se encontrarían en la Quintana al anochecer. El sacerdote se disfrazó de peregrino para pasar desapercibido entre los viandantes.Tras mucho esperar, su amada no se presentó a la cita y desde entonces acude cada noche a la plaza con la esperanza de que ella por fin aparezca algún día y se rompa el hechizo que lo mantiene atrapado en las piedras de la Quintana de Mortos.

También hay quien mantiene que la aparición podría ser la manifestación de alguna de las almas de aquellos que reposan en el cementerio público que ocupó el espacio de la plaza, de ahi su nombre, Quintana de Mortos; otros apuntan a que se trata del alma de uno de los desdichados que fueron condenados a morir quemados en la hoguera en alguno de los actos de fe –juicios de la inquisición– que tuvieron lugar en ese mismo lugar.

Se trate de quien se trate, ¿Es posible que haya sido este fantasma el autor del robo del Códice Calixtino?.

Fotos: © Pepe Fernández. Si quieres emplear estas fotos, por favor, menciona al autor y enlaza con esta web.

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