Hola mundo, hello world!!
Me encanta la frase «Hola mundo!«. Define perfectamente el espíritu de un blog. Es un saludo cordial, una forma de decir, «¡Eh, que estoy aquí!» y no creo que pueda haber una forma mejor de anunciar que hemos llegado y que no queremos perdernos nada de lo que pasa a nuestro alrededor.
De hecho, recuerdo que, tras haberme secado las lágrimas de emoción al nacer mi hijo, la primera frase que pensé que iba a decir recién salido del vientre de su madre, sería, «Hola mundo!».
Sin embargo, lejos de saludar, lloró, se agitó y actuó como todos los recién nacidos, asustado, conmocionado por llegar de repente a un lugar nuevo y extraño, lleno de olores, de sonidos, de luces, de sensaciones.
Supongo que lo más parecido a nacer de nuevo cada día es intentar comunicar algo. Algo que te asombra, algo que te emociona, que te motiva, que te entusiasma, que te enternece.
Sería bonito tener una ventana al mundo todos los días y todos los días gritar: «Hola mundo!» y que el mundo te conteste. Y eso es un blog. Y me encanta asomarme las miles de ventanas que cada día se abren para mostrarme, para mostrarnos, todo lo hermoso y fascinante que no alcanzamos a ver con nuestros propios ojos, pero que está ahí y no debería pasarnos desapercibido durante nuestro breve tránsito en este pequeño punto azul perdido en el espacio (con el permiso de Carl Sagan).
El mundo, nuestro mundo, es un lugar tan maravilloso y sorprendente que no hay vidas sufientes para recrearse en el, en sus gentes, en todo lo que nos rodea.
Intentaré, desde esta ventana pequeñita, acercar aquellas cosas que, puede que ya conozcas, o puede que no pero que sin duda te sorprenderán tanto como me han sorprendido a mi.