Fin de las vacaciones. Regreso a la cruda realidad. El síndrome post-vacacional.
Tras unos cuantos días sin escribir ni un solo post en este blog, por fin me reincorporo a la rutina diaria tras haber disfrutado de unas estupendas vacaciones. Breves pero muy intensas.
Y ahora toca enfrentarse de nuevo a los problemas diarios, al trabajo, los clientes, el colegio del niño, los recibos y facturas atrasadas… atrás quedan los momentos de relax, cervezas y despreocupación en los que aprovechamos para construir castillos en el aire e imaginarnos si podríamos vivir el resto de nuestra vida del mismo modo que lo hacemos mientras tomamos el sol en la playa o disfrutamos de una animada conversación tras una suculenta comida en un restaurante.
Ahora volvemos a ser víctimas del llamado stress postvacacional, o la depresión postvacacional.
En fin, un poco de sentido común, un poco de displicina y listo, adiós a la dichosa depresión, que al parecer, poco a poco , va pasando de moda (o eso he leído).
Para saber más y mejor sobre la depresión postvacacional: