
Si reconoces esta imagen es que has estado en algún lugar buceando con tiburones ballena. Si no lo reconoces, con un poco de imaginación te darás cuenta de que lo que estás viendo es la boca -enorme, parece una bolsa- de un tiburón ballena mientras es alimentado por unos pescadores filipinos, con la intención de atraer turistas. Una costumbre muy perjudicial para estos enormes y hermosos animales. (La foto es propiedad de © Adriana Basques cuya web es imprescindible visitar).
El tiburón ballena, conocido también por el sobrenombre de “El gigante amable”. Y se lo ha ganado a pulso. esta criatura, el pez más grande que jamás maya existido sobre la faz del planeta, puede alcanzar una longitud de 18 metros y un peso de más de 21 toneladas. Es ciertamente una criatura enorme. Se han llegado a observar tiburones ballena se entre 15 y 21 metros de longitud. Su piel, puede alcanzar un grosor de más de 10 centímetros. Son criaturas de movimientos pausados, lentos, solitarios. Se las ha visto a lo largo de todo el mundo, en todos los mares y océanos, preferiblemente en latitudes cálidas, donde la temperatura del agua sea templada. La parte de “ballena” se corresponde con su tamaño y con su tipo y proceso de alimentación. Come plancton, filtrándolo al igual que las ballenas. Abre su enorme boca y filtra el agua mientras nadas lenta, sedera y sinuosamente. Esta desdentada boca es tan grande que cabrían hasta cuatro buceadores simultáneamente en su interior. Y lo mejor de todo, es que se puede entrar en su boca sin el menor peligro. No hay constancia de que hayan atacado o herido jamás a un ser humano. Estos gigantes se dedican a lo suyo y ni se inmutan ante la presencia de buceadores o curiosos que puedan merodear su entorno. Y es precisamente este natural pacifico el que lo pone en peligro.